Desde la Sociedad Civil

Inicios en la participación ciudadana

Mis primeros encuentros con los esfuerzos de la sociedad civil organizada en nuestro país fue arriba de una ambulancia cómo socorrista de la Cruz Roja a los 14 años, recuerdo la emoción de ir con la sirena a todo volumen al acudir al lugar de los accidentes, ayudar y subir a los heridos para llevarlos al hospital.

Desde esa experiencia empecé a valorar, a querer y promover el gran compromiso y amor al semejante y a México que miles y miles de personas voluntarias entregan para generar Bien Común en la República.

En México existen 43 mil organizaciones de la sociedad civil, ¿es eso mucho o poco para un país de nuestro tamaño?

Es más o menos una OSC por cada 3 mil habitantes, en países como Chile existe una OSC por cada 170 habitantes, en Argentina una cada 250, en Estados Unidos una cada 330 personas.

El déficit de participación ciudadana como ya hemos dicho, es enorme. La gran mayoría de la población se ha preocupado tradicionalmente por cuidar de la puerta de su casa hacia adentro y lo que abandonamos y se nos descompuso, es precisamente lo que está de la puerta hacia afuera. El entorno, la zona del Bien Común, aquello que es responsabilidad de todos los hombres y mujeres de nuestro país. Por supuesto que nuestra familia es primero, pero no muy detrás está el bienestar de la comunidad en que participamos, precisamente por el bien de nuestras familias ¡el bienestar de todas las familias hace una comunidad fuerte que logran un país sólido!

La combinación de ser socorrista en esa bellísima institución fue algo que marcó mi adolescencia y mi vida, durante un tiempo lo combiné con otra gran experiencia de vida que fue participar en el escultismo, esa gran organización mundial de jóvenes que fundó el inglés Badén Powel; a esa corta edad pertenecer al movimiento Scouts de México y vivir las experiencias de los campamentos estatales, regionales o nacionales fue una explosión de los sentidos. Despertar la enorme curiosidad por conocer más de la naturaleza, de mi país, de la gente, que los Scouts de Sinaloa actuaban y decían cosas diferentes a las de Estado de México, Veracruz o Tabasco. Toda persona que conoce este movimiento de jóvenes sabe el enfoque tan fuerte que tiene al servicio a la comunidad, a la entrega por un mundo mejor en una gran variedad de áreas. La adrenalina de recoger heridos para salvar vidas se mezcló con la sana competencia de buscar hacer el bien como responsabilidad personal.

Algo que no olvido de la filosofía Scout y me ayuda tenerlo siempre muy presente es el saludo que se hace con los dedos, en ese movimiento lleno de símbolos: El fuerte protege al débil.

Incursión en Organizaciones Civiles

En el tiempo que cursé la secundaria y la preparatoria estuve involucrado con la organización estudiantil del instituto, ayudando a organizar los eventos que nos tocaban como generación.

Los primeros llamados que percibí para integrarme a las actividades políticas fue cuando mis paisanos hombres y mujeres que estudiaban en Nuevo León me eligieron como su presidente de la Asociación de Tabasqueños en Nuevo León, años que fueron muy motivantes y satisfactorios; trabajar para un grupo y en equipo lograr resultados para mejorar el gremio.

En la universidad participé en la Asociación de Estudiantes de Economía y posteriormente en la Federación de Estudiantes del Tecnológico de Monterrey; ser presidente en Nuevo León de la Asociación de Estudiantes en Ciencias Económicas y Comerciales ( AIESEC ) fue fundamental en mi crecimiento, sensibilidad y visión para el resto de la vida. Después fui Presidente Nacional con sede en el ITAM en Cd de México y finalmente Oficial de Desarrollo para America Latina con sede en Bruselas, Bélgica.

AIESEC me dio la posibilidad, siendo presidente nacional, de coordinar a cientos de jóvenes de 28 universidades públicas y privadas de México. Posteriormente hice lo mismo pero con jóvenes de 15 países de America Latina y finalmente proyectos con empresas, gobiernos, universidades y asociaciones civiles en nueve países de Africa.

Gracias esta asociación civil juvenil puede trabajar y visitar más de 40 países en los cinco continentes, una experiencia determinante para ser el ciudadano global que hoy considero ser.

Organismos intermedios de sector privado mexicano

Tengo el orgullo de venir de un padre comerciante y productor ganadero que me enseñó a trabajar desde muy pequeño, embolsando y vendiendo hielo, así como cargando y comercializando aires acondicionados.

Trabajando en la empresa familiar me involucré con las cámaras empresariales, estuve en la directiva de la Cámara Nacional de Comercio de Tabasco (la cual mi padre había sido Presidente muchos años atrás), me hice a la tarea de organizar, fundar y ser el primer presidente de Coparmex en Tabasco, posteriormente creamos el Consejo Coordinador Empresarial del que fui también su presidente.

Por los resultados obtenidos en estas organizaciones los emprendedores del sureste mexicano me otorgaron el honor de elegirme, en dos ocasiones, presidente de la Federación Empresarial de los 7 estados de la región.

Posteriormente fui candidato a Presidente Nacional de Coparmex.

Trabajar de manera voluntaria para mejorar un gremio y a través de ello mejorar a mi ciudad, estado o país siempre ha sido un estímulo muy grande, estas organizaciones han dejado testimonio de su trascendental esfuerzo por tener un mejor país para todas y todos los mexicanos.

Otras asociaciones

Mi trayectoria en los organismos empresariales estatales, regionales y nacionales fue siempre alternada con responsabilidades en otras asociaciones o instituciones, tales como la Cruz Roja Mexicana en el sureste, el Patronato del Hospital General y los intentos por pacificar la región.

Siempre he trabajado en cercanía con la sociedad civil y considero firmemente que es el mejor camino para generar un mejor futuro para México. Una sociedad fuerte, demandante, exigente, propositiva y participativa.

Siendo legislador federal creé el consejo Consultivo Ciudadano de Periodistas, Defensores de Libertad de Expresión y Asociaciones Civiles para orientar y guiar esta comisión que yo presidía en el congreso.

En el Comité Nacional del PAN tuve a mi cargo la creación de la Secretaría de Vinculación con la Sociedad, generando ocho diferentes Consejos de igual numero de Estrategias para trabajar con los temas de la ciudadanía, en donde el 30% era Panista y el 70% eran hombres y mujeres sin militancia destacados en la sociedad por diversas razones.

Desde hace 12 años presido la Fundación IMPULSA Tu Desarrollo, que tiene por misión CONSTRUIR CIUDADANIA, somos una incubadora de organizaciones de la sociedad civil, tenemos dos programas principales:
a) Promovemos acciones y políticas anticorrupción, y
2) Atendemos a víctimas de inseguridad y violencia en el país.

Un grupo de muy valiosos mexicanos hombres y mujeres estamos integrados en dos Consejos, uno regional con sede en Tabasco y el que se fundó en el aniversario número 10 de IMPULSA en el Museo de Memoria y Tolerancia en Ciudad de México.

En México las 43 mil organizaciones de la sociedad civil son insuficientes para atender la complejidad y necesidades de nuestro país, pero si son, una extraordinaria, bella, motivadora, estimulante y esperanzadora muestra de lo que todos los días podríamos hacer hombres y mujeres en nuestro país si nos enfocáramos más a consolidar el Bien Común en nuestro entorno. Todas y todos podemos aportar un granito de arena más grande o mas pequeño, pero siempre sumando para del bienestar común.